¡Celebremos! Manual de eventos especiales infantiles
$25.00
Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre (Deuteronomio 16:15).
Este capítulo es una continuación de las leyes y estatutos que Dios le da a los israelitas antes de entrar en la Tierra Prometida. El contexto principal de Deuteronomio 16 se centra en las festividades religiosas y las reglas de cómo debían celebrarse. Un total de siete fiestas.
Este versículo concretamente se refiere a la celebración de la fiesta de los Tabernáculos, la cual recuerda la protección de Dios durante el éxodo de Israel de Egipto y se celebra la cosecha de los frutos. El propósito central de la celebración era recordar y celebrar las bendiciones de Dios y su fidelidad, recalcando la importancia de incluir a todos en la celebración.
Las fiestas que Dios instruyó a su pueblo tenían el objetivo de resaltar la memoria histórica y la gratitud. Cada una contenía enseñanza para la siguiente generación y eran una prefiguración del Mesías venidero y su obra redentora.
En nuestro contexto, si algo nos distingue como mexicanos es que somos fiesteros. Los mexicanos celebramos los triunfos, los cumpleaños, las bodas, las fiestas navideñas, las fiestas patrias, un partido ganado, y nos vamos al Ángel. Disfrutamos de festejar acompañados de nuestra familia, de nuestros amigos y de los amigos de nuestros amigos.
Todos alguna vez nos hemos reunido con la familia extendida a celebrar algo especial. Preparamos todo días antes: elegimos con cuidado el menú y con anticipación vamos preparando cada detalle. Y es que esa es otra característica que nos distingue a los mexicanos: nuestros platillos, ¡son una delicia, preparados con el mínimo detalle! Es una razón por lo cual nuestra cocina ha sido considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Somos una nación fiestera y alegre, y podemos aprovecharlo para compartir con la siguiente generación las buenas nuevas, para recordar las bendiciones de parte de Dios recibidas en el pasado.
Así como Dios ordeno a los judíos celebrar para no olvidar, nosotros podemos aprovechar los días de fiesta para enseñar principios bíblicos a los niños. Navidad no es sólo recibir regalos o Santa Claus, Pascua no es sólo huevos o conejos. Enseñémosles a los pequeños cuál es el verdadero propósito de estas fiestas; con este fin es que fue diseñado este Manual Infantil de Eventos Especiales. No perdamos oportunidades de hablarles de Dios a nuestros niños. Con seguridad, cada celebración será una experiencia enriquecedora tanto para los niños como para los servidores.
En Cristo
Pbra. Eda Birgit Martínez Lozada
Directora Editorial Materiales Infantiles